martes, 23 de noviembre de 2010

Stuff

Me han traicionado, engañado, mentido, desafiado, enfrentado, odiado, vencido, maltratado...pero jamás, jamás me han robado la sonrisa ni cambiado.



martes, 26 de octubre de 2010

Y él tomó su mano y, derrepente, todo estaba bien...

jueves, 16 de septiembre de 2010

Mi caballerito

Eran las 14 horas y nos mirábamos el uno a otro, mientras esperábamos que nos atendieran en el restorán. Ya habían pasado más de diez minutos y él ya comenzaba a reflejar un poco de impaciencia. Alcé mi mano para que algún mesero nos atendiera, pero él me miró y dijo: "Ellos tienen que venir hacia a ti, no tú hacia ellos. Es su trabajo". Asentí con la cabeza y esperé. Minutos después una mujer se nos acerca y pregunta si ya nos habían atendido.

- No- dijo él, con una noble expresión.
- Lo siento mucho, y gracias por su paciencia- dijo la mujer.

Nos dejó la carta con el menú y se fue. Al rato volvió y anotó nuestro pedido.
Mientras esperábamos la comida, él se disponía a tomar un pan cuando yo le pregunté: "¿Quieres que te haga un pan con mantequilla?". "Bueno", dijo él, con una expresión infantil.

- ¿Lo disfrutas más?- Pregunté
- Sí, no sé por qué, pero es más rico- contestó mirándome alegremente.
Le respondí con una sonrisa, mientras untaba mantequilla en su pan. "Gracias, amor", me dijo.

Diez minutos después llegó nuestro pedido a la mesa. Él comía y se saboreaba al mismo tiempo.

"Está exquisito... delicioso", dijo, mientras llevaba una cuchara con caldo de mariscos a sus labios. Ensimismado con su plato de comida, se detuvo, me miró y dijo que haría una crítica del restorán.
- ¿Tienes alguna libreta o cuaderno para escribir?- Me preguntó.
- Claro- Dije y comencé a buscar rápidamente en mi cartera. Encontré una elegante libreta que él me había obsequiado hace unos meses atrás.
"Toma", le dije y le entregtué mi libreta.
Acto seguido, comenzó a describir el lugar, su ambientación.

- El lugar trata de emular la sensación de estar dentro un barco- dijo con tal aire de elegancia que me embobé al mirarlo.
"Es increíble", dije para mis adentros, "lo conozco hace más de un año y aún me quedó mirándolo con cara de niña boba". Tomé el tenedor y me lleve a la boca un poco de comida, antes de que él notara mi aspecto aturdido.
Siguió con la descripción del ambiente y luego se dedicó a detallar los ingredientes que tenía su plato.

- mmm... se sienten muy bien todos los ingredientes, se nota que está bien hecho esto- Dijo con elegancia y seriedad. Se notaba que sabía bien de lo que hablaba. Cuando miraba lo que estaba comiendo tenía un aspecto de un antiguo caballero. De esos de la época colonial, con finos trajes y modales.
Mientras, yo me encontraba en una dificultosa situación. "Honestamente, mujer, tienes que dejar de mirarlo así", me decía a mi misma. "¡Contrólate ya!". Tomé un buen trago de jugo antes de que él notara que yo comenzaba a sonrojarme.

-¿En qué piensas, amor?- Me preguntó
"¡Había estado mirándome todo este rato!", pensé.
- Nada, amor- atiné a decir y luego comencé a mirar la televisión para distraerme un poco. Curiosamente estaban transmitiendo una situación que me recordaba las locuras que hacíamos él y yo.
- Estaba esperando que mostraran eso en la tele- continué y le indiqué el televisor.
El sólo río y me miró con esa mirada que me encanta.

Acto seguido, tomó el lápiz y comenzó a escribir...



Continuará...

martes, 13 de julio de 2010

Just thinking on him (L)

Y él me mira con esos ojos que cambian de color según su estado de ánimo. Esos ojos. Si supiera que reflejan más de lo que él puede decir, quizás me preguntaría por qué lo conozco tanto (si supiera).

Me pregunta en qué estoy pensando, y por qué lo miro así. "Nada", le respondo y me quedo pensando y perdiéndome en esa mirada que tanto me fascina. Aún no sé por qué, pero cuando lo veo con esa expresión siento unas increíbles ganas de quedarme mirándolo eternamente. Quizás la expresión que tengo en mi rostro cada vez que lo veo sea un poco chistosa. O una mezcla de expresiones distintas, mezclas de amor, alegría y quizás qué cosas más. Y tal vez es por eso que él me pregunta qué pienso, porque ve mi expresión encantada y no sabe qué decir.

Si supiera que vive en cada uno de mis sueños y que, inexplicablemente, está en mis pensamientos cada momento del día. Quizás se pregunte por qué, pero hay veces en que siento que lo había conocido en otra época, en otro lugar. Que siento su olor cuando está cerca, que siento cuando está triste, o cuando está feliz. Que sé cuáles son las palabras exactas para calmarlo o hacerlo sentir mejor.

¿Será que ya nos habíamos conocido? ¿Que todo lo que estamos viviendo ya lo habíamos vivido?

Te amo
y eso es lo único que le puedo responder

lunes, 12 de julio de 2010

Mi tío Freddy

La sala era de un color blanco enceguecedor: Fue lo primero que notó cuando abrió sus ojos. El sueño que había tenido lo había trasladado completamente hacia otro lugar, hacia otra realidad. Un momento muy distinto al estar postrado en una cama de un hospital, sin saber qué hacer. Estar ahí esos últimos días lo tenía absolutamente angustiado. Tenía que permanecer acostado por horas, sin moverse. Sin esa típica, pero hermosa manía de preparar todo metódicamente. Eran horas y horas hasta que llegaban las visitas: El momento que esperaba con ansias.

Los primeros en entrar a la inmaculada sala fueron sus padres. Los años se hacían notar a través de sus rostros y, a la vez, todos aquellos momentos que pasaron juntos: las risas, las conversaciones, las salidas y largas caminatas.

- ¿Cómo estás, hijo?- Preguntó el padre
- Aquí, tratando de recuperarme. Estar aquí me aburre, necesito salir a airearme y distraerme un poco haciendo lo que siempre hago.
- Lo sabemos, hijo, pero tienes que estar aquí, es la única forma de que puedas mejorarte. Te extrañamos muchísimo en la casa, la Alita y el toño preguntan siempre por ti.

La Alita, su hermana menor. La niña que lo acompañaba en todas sus ideas. La niña que se había convertido en mujer y se había casado recientemente con un hombre que, él consideraba, era un gran joven.

- ¿ Y cómo están ellos?- preguntó
- Bien, en la casa, cuidando a la Andreíta. La Alita me dice que llora mucho en las noches, pero que es graciosa porque llora y se queda dormida sola.

"Mi sobrina", pensaba. Un ser con tan sólo meses de vida. Quizás en un tiempo más se convierta en una gran mujer. Lo enorgullecería, pero a la vez le angustiaba la idea de que no la vería crecer. De que todas las cosas que había planeado no se efectuarían. Y ella no tenía idea de lo que se aproximaba. A él le encantaba mirarla tranquilamente, sentir la paz que transmitía la pequeña criatura, tan indefensa. Le gustaba observarla cuando dormía. Siempre sonreía, recordaba, y nadie sabía por qué cosa podía sonreir un bebé. Ese recuerdo lo llenó de paz y alegría.

Su madre lo aterrizó:
- Tienes que estar aquí, hijo. Eres fuerte, te recuperarás.
- Eso espero, mamita, dijo. Sin embargo, él sabía que ya no quedaba más tiempo.

Y se lo hizo saber a Antonio, su cuñado, cuando lo fue visitar un día nublado.

- Yo ya cumplí mi misión, ahora te toca a ti. Cuida a mi hermana y a mi sobrina. Que todos los momentos que vivan sean felices, y recuerden siempre que yo estaré siempre con ustedes, en su corazón, siempre que me necesiten.

- No digas eso- dijo angustiado Antonio- Saldrás de aquí, ya verás.

Hubo un silencio, y luego Antonio se fue recordando el día de matrimonio con Alita. Estaban todos tan felices. Sobretodo su cuñado, que miraba emocionado a la feliz pareja. Una mirada amistosa y Antonio cerró la puerta de la habitación, dejando a su cuñado solo con sus pensamientos.

Tomó un vaso de agua que había en la mesita cercana a la cama. Pero un detalle lo distrajo: sus manos. Su enfermedad había provocado que sus manos se oscurecieran. Y eso era lo que más le apenaba. Sí había algo que le dolía más que haber bajado unos kilos y tener un aspecto ojeroso, era que sus manos perdieran su atractivo, su sanidad.
Hasta que se convenció: el final estaba cerca. Sin embargo él ya había cumplido su misión, y estaba seguro que su familia estaba en muy buenas manos.

martes, 15 de junio de 2010

Just go back to sleep, it will be better if you dont wake up now...

"Entonces, muerta de angustia ante el panorama inmenso, mientras cae el agua mustia, pienso"

Remembranza

En sus manos ya comienza a notarse el pasar del tiempo. Sin embargo, su apariencia no representa su edad. Se ve mucho más joven de lo que es. Es muy amable, cariñoso y sociable, a pesar de su mirada de autoridad.
Es un hombre que ha vivido muchas experiencias. Que ha visto pasar ante sus ojos tragedias y alegrías...

sábado, 12 de junio de 2010

Gotas de lluvia

Es difícil... últimamente poner los pies en la tierra es algo que jamás pensé que sería tan complicado.
No sé qué está pasando conmigo. A veces pienso que las cosas no son como antes, que no soy capaz de hacer lo que antes me era fácil. ¿Fuerzas?, ya se están agotando, al igual que las ganas de levantarse cada mañana de la cama. Sólo me queda una fuerza que me hace seguir: Tú. Sólo te pido que no cambies eso, que no seas quien termine por acabar con las ganas que me quedan.

A lo mejor son cosas que me imagino. Quizás son tonteras. No sé, la única cosa de la que tengo idea es que jamás me había sentido tan mal como lo estoy haciendo ahora, y creo que contarle a alguien esto provocaría una preocupación. Y no quiero eso.



Buenas Noches.

jueves, 29 de abril de 2010

Alex

Tiene esa mirada capaz de derretir a cualquiera. Sus ojos cambian de color cada vez que está triste o feliz, o cuando se sonroja. Me cautivó, no sé cómo, pero cuando vi sus ojos por primera vez algo me hizo desear no dejarlos de mirar jamás. Y cuando vi su sonrisa sentí una sensación muy agradable, a pesar de ser tan alto y tener una mirada misteriosa, cada vez que sonríe refleja una ternura inconmensurable y sus ojos se convierten en dulce miel. Y eso es lo que me fascina de él.

Cuando se enoja sus ojos se vuelven de un verde casi tan oscuro como una hoja de olivo cuando está a punto de llegar el otoño. Te ignora, y cuando lo hace, logra verse tan inalcanzable, pero al mismo tiempo te atrae con una fuerza inexplicable.

Cuando besa es muy dulce, sus caricias son reconfortantes y me hacen sentir una alegría y ,a la vez, un amor tan grande que a veces temo perderlo.

Y finalmente, cuando está dormido. No sé cuál es la razón, pero me fascina verlo dormir, esa algo que no puedo explicar. Se ve tan tierno, sencillo, indefenso, que simplemente no puedo dejar de mirarlo y tampoco puedo controlar mis irremediables deseos de acariciarlo y besarlo suavemente mientras me pregunto qué verá en sus sueños. Una vez lo vi sonreír mientras dormía, besé sus ojos, creo que no lo notó, pero esa imagen siempre la llevo conmigo y la recuerdo cada vez que lo extraño, al igual que su voz, que va siempre conmigo, en mi mente, en mi alma, en mi corazón.