lunes, 2 de febrero de 2009

15 de Marzo

Tenía la nariz de mi madre, era muy rosadito y pequeño. Las ganas de vivir se reflejaban en sus ojos, los ojos mas emotivos que jamás he visto. El nacimiento de mi último hermanito aumentó considerablemente la alegría que siempre he tenido, y el mirarlo fijamente me hizo recordar mi infancia, cuando todo era bueno en el mundo, y aún no conocía la maldad de las personas. Pensaba que quizás Felipe sería una gran persona cuando creciera, al igual que mi madre que lo miraba fijamente y decía entre lágrimas de emoción: ¡Qué lindo es mi bebé! , y a la vez recordaba a su difunto hermano mayor, que siempre la cuidó y protegió, su recuerdo siempre ha permanecido intacto en su memoria. Derrepente la miroy le pregunto que piensa, y ella me dice: " Espero que tengas la misma relación con él , como la que yo tuve con tu tío, mi hermanito mayor". Por su cara puedo notar que está pensando que eso será como ella dice, ya que sonríe satisfactoriamente.

Todos en la sala estaban felices, se observabaque era una de las más felices situaciones que habían vivido, la llegada de un nuevo integrante a la extensa familia.
Los abuelos maternos miraban felizmente a su nieto, miraban, a la vez, a la feliz madre, su hija. También mirabana sus otros nietos, ya grandes todos, y sonreían emotivamente.
Esa sala de parto jamás había estado tan repleta y llena de gente, la alegría en la habitación era muy contagiosa, las risas, y llantos del bebé inundaban el lugar con una felicidad que cualquier hombre siempre desearía.
Ese 15 de Marzo fue uno de mis mejores días, el día en que mi último hermanito llegó al mundo.